Hoy crear una presentación dejó de ser sinónimo de horas frente a PowerPoint: hoy bastan un buen prompt y elegir la herramienta adecuada para tener estructura, narrativa e imágenes generadas por IA en cuestión de minutos.
Guías y HerramientasHace 2 horas
Redacción MBA
El video que compartiste recorre cinco protagonistas de esta nueva era —Gemini, Genspark, Gamma, NotebookLM y Prezi— y muestra que no compiten por lo mismo: cada una resuelve un problema distinto, desde “lo quiero rápido y bonito” hasta “necesito precisión quirúrgica en el contenido”.
Gemini funciona como un “copiloto todo terreno” dentro del universo Google: a partir de una simple idea, el modelo investiga, estructura el contenido, sugiere imágenes con Nano Banana Pro y arma una presentación editable en un canvas donde el chat convive con una vista previa en tiempo real. El punto fuerte es la iteración: se pueden pedir cambios finos (“hazlo más minimalista”, “cambia este correo”, “reordena las secciones”) sin entrar a modificar diapositiva por diapositiva, algo que reduce drásticamente el tiempo de edición. Cuando el resultado convence, la presentación se exporta a Google Slides manteniendo el diseño, lo que facilita trabajar en equipo y rematar detalles desde una herramienta conocida para casi cualquier usuario.
Genspark es la cara más “nerd” del grupo: se presenta como una plataforma de agentes capaces de generar código, imágenes, webs y también presentaciones, todo orquestado en paralelo. Al pedir una presentación, lanza tareas simultáneas —búsqueda, análisis, diseño, selección de imágenes— y muestra tres vistas: lo que piensa el agente, el código HTML que va generando y la previsualización del resultado, algo muy útil para ver cómo traduce el razonamiento en interfaz. A cambio de esa potencia, impone límites claros en la versión gratuita: permite compartir la presentación mediante una URL, pero bloquea la descarga en PowerPoint o PDF, de modo que, si alguien necesita control total del archivo, tarde o temprano se topa con el paywall.
Gamma se ha ganado un lugar como herramienta de referencia para quienes quieren resultados visuales sólidos sin volverse diseñadores, apoyándose en IA para generar mazos limpios a partir de texto, documentos o URLs. El flujo es claro: se redacta o pega el contenido, la IA propone estructura, se elige un estilo visual, se definen fuentes de imágenes (modelos generativos, bancos o recursos propios) y luego se afinan bloques concretos con un asistente que interviene solo donde se le indica. A diferencia de otras opciones, la exportación es una fortaleza y no una concesión: incluso en planes gratuitos permite sacar el resultado a PDF o PowerPoint y compartirlo por enlace, con la única “pega” de la marca de agua, que puede eliminarse cambiando el fondo al importar la presentación en otra herramienta.
NotebookLM es el “empollón” del grupo: su razón de ser es ingerir grandes cantidades de información —PDF, artículos, Slides, páginas web o videos de YouTube— y sintetizarlas en distintos formatos, desde resúmenes hasta podcasts y presentaciones. Frente a otras IAs más “creativas”, su apuesta es la precisión: las presentaciones se alimentan exclusivamente de las fuentes que el usuario carga en su cuaderno, y el modelo las transforma en diapositivas con texto, esquemas e imágenes generadas por Nano Banana pensadas para explicar conceptos complejos, no solo decorar. Esto la vuelve especialmente adecuada para docentes, consultores o equipos que trabajan con materiales sensibles y necesitan controlar qué entra en cada slide, definiendo incluso audiencia, nivel de detalle, duración y tono de la presentación.
Prezi ya era sinónimo de presentaciones dinámicas basadas en un gran lienzo donde la cámara recorre distintos puntos; la novedad es que ahora se puede delegar la parte pesada al motor de IA, que genera esquema y contenido a partir de un prompt. El usuario revisa ese guion inicial de secciones, añade o quita apartados y deja que la herramienta monte un tablero central desde el que la vista hace zoom de un bloque a otro, ideal para charlas en vivo donde el movimiento y la narrativa visual sostienen la atención del público. La contracara es que, si se quiere descargar el material, compartir la URL de forma persistente o editar con mayor profundidad, es necesario registrarse y aceptar las limitaciones del plan gratuito, algo que la distancia de alternativas más “abiertas” como Gamma en términos de portabilidad del archivo.
Visto lo que muestran estas cinco herramientas, la pregunta ya no es “qué IA es mejor”, sino “qué problema quiero resolver con esta presentación”. Para alguien que vive en Google Workspace y necesita algo versátil que conecte con Slides, Gemini y NotebookLM son piezas complementarias: el primero brilla en la creación rápida desde cero y el segundo en transformar fuentes complejas en guiones claros y visuales. Quien prioriza diseño, exportación y rapidez probablemente se sentirá más cómodo con Gamma, mientras que perfiles que solo necesitan un enlace para proyectar algo sin tocar el archivo encontrarán en Genspark un aliado razonable, y quienes apuestan por impacto escénico en charlas presenciales siguen teniendo en Prezi una forma distinta de contar historias.
El nuevo modelo, conocido como Nano Banana Pro, transforma la generación de imágenes en una herramienta de precisión para equipos de producto, ofreciendo texto legible y coherencia visual superior.
Altman frena anuncios y proyectos secundarios para reforzar ChatGPT ante el avance de Google y Gemini 3.
Google AI Studio y Antigravity permiten a cualquier persona crear mini‑SaaS web para negocios locales casi sin escribir código, combinando prototipado rápido en la nube con un entorno de desarrollo más profesional conectado a GitHub en la propia máquina.
La adopción de agentes de IA ya es masiva, pero su impacto real todavía es limitado: cerca del 79% de las organizaciones los usa en alguna capacidad, mientras solo el 23% logró escalarlos a nivel empresarial, concentrándose en pocas funciones críticas. Para una PyME, este desajuste entre entusiasmo y resultados es una oportunidad: aprender de los errores de los primeros en moverse y diseñar una estrategia propia, más pragmática y menos guiada por la moda.
La confirmación de que Netflix comprará los estudios y el negocio de streaming de Warner Bros. Discovery por unos 72.000 millones de dólares cierra una de las pujas más intensas que ha visto Hollywood y abre un ciclo completamente nuevo para el entretenimiento global. El acuerdo promete una biblioteca de contenido sin precedentes bajo un mismo techo, pero también desata un huracán regulatorio y político que podría redefinir qué significa competir en la era del streaming.
